Imagen de archivo de Michela Pincay, publicada en su perfil de Instagram, @michelapinbu. (RRSS)
La presentadora ecuatoriana respondió al caso que alerta en redes sociales, después de una denuncia colectiva que desmantelaría un grupo de Telegram. El acusado tiene 22 años.
Después de que el caso del fotógrafo Isma Visual se visualice aún más en redes sociales, Michela Pincay, una de las jóvenes influencers, víctimas de su modus operandi con el que extraía material personal de su nube de iCloud, se manifestó en redes sociales, ya que la lupa de la culpa se estaba desviando a un lugar que no correspondía, las víctimas.
"Me da mucha pena ver el montón de comentarios de personas que juzgan. No estuvieron ahí, no lo conocen para saber cómo era su comportamiento, su cara de desesperación. Solo tratamos de ayudarlo. Obviamente fue un error y ahí están las consecuencias, lección aprendida. Es un experto en manipular. No comenten nada si no tienen nada bueno que decir", declaró en una reciente transmisión en vivo de su Instagram.
Pincay también aprovechó para comentar cómo se enteró de lo sucedido, “Me mandaron unas fotos para preguntarme si se trataba de un chico que trabajó conmigo en unos videos. Efectivamente era la persona a la que había contratado en algunas ocasiones. Lo había visto en las redes sociales de amigos míos, me gustaba su edición. La primera vez que trabajamos juntos me comentó que era mi fan. Todo en buen plan. La pinta del chico es súper inocente, con los videógrafos me llevo bien, siempre trato de hacer buen click, porque de eso depende que salga bien el trabajo. Se ganó mi confianza de alguna manera”.
Posteriormente, en el mes de abril, el acusado acudió a ella para pedirle un favor "de vida o muerte", se excusó y manifestó que necesitaba actualizar una aplicación para poder editar y corría el riesgo de perder todo su trabajo si no conseguía entrar a la cuenta.
"No tuve la malicia, cometí el error de darle mis claves, sin imaginar nada negativo con esa información".
Imagen referencial de un fotógrafo. (RRSS)
Michela se enteró que el joven sería parte de una red de Telegram donde sus miembros pagan aproximadamente 20 dólares para ver imágenes de mujeres, en ciertos casos menores de edad, situación que la obligó a tomar cartas legales en el asunto, y pese a que ella "no está asustada", empatiza con la situación de jóvenes que quizás almacenaban contenido íntimo que terminó en manos de I.Visual, y de los miembros del presunto grupo.
“Tal vez muchas me vieron trabajando con él, y lo aceptaron. Esa responsabilidad me mata. Es horrible lo que ha hecho, lo que le ha pedido a muchas. Yo caí, porque le vi cara de bobo, pensé que jamás este tipo podía hacer algo. Es un monstruo, es brutal lo que nos pueden hacer", manifestó con evidente molestia.
"Tengo fotos de mis familiares, lo llamaron mis abogados, el tipo no contestó".
En la actualidad, el caso está en manos de autoridades. Mientras, las denuncias y las víctimas incrementan, así como los involucrados, ya que I. Visual no sería el único en el caso. La Universidad Casa Grande, institución de la que el joven de 22 años acusado es parte, también presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
FUENTE: Ecuavisa.com
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