Los hábitos que debes abandonar si quieres ser un hombre de éxito

Back View of the Thoughtful Businessman wearing a Suit Standing in His Office, Hands in Pockets and Contemplating Next Big Business Deal, Looking out of the Window. Big City Business District Panoramic Window View.© gorodenkoff

Todos buscamos el éxito, ya sea en nuestro trabajo, en nuestras relaciones interpersonales o en la práctica de algún hobby. Sentir que se nos da bien algo o que nos va bien es fundamental para mantener una autoestima alta y sentirnos realizados. Pero lo cierto es que llegar a ese punto no es fácil. Puede haber obstáculos en el camino, y el primero de ellos puede ser simplemente nuestra mentalidad o nuestra forma de ver la vida.

No sentirse realizado puede resultar muy desagradable, pero hay formas de ponerle remedio. Hay ciertos hábitos que debemos abandonar si queremos ser hombres de éxito.

1. Quejarnos constantemente

Quejarse es normal. Podemos tener deseo de hacerlo y, a menudo sirve para desahogarnos. Pero hay que saber cuándo hay que parar. Nadie quiere ser ese amigo con el que la gente no quiere pasar tiempo porque les envuelve en una nube de negatividad.

En lugar de enfocarnos en todo lo que va mal y optar por una mentalidad de víctima, debemos romper este hábito de raíz. Quejarnos demasiado puede hacer que incluso acabemos sintiéndonos peor y más derrotados.

2. Ponernos siempre en lo peor

También tiene mucho que ver con lo anterior. En ocasiones, tendemos a imaginarnos el peor escenario posible que puede ocurrirnos a nosotros o a alguien que nos importe. Esto puede venir dado por un problema de ansiedad que estemos pasando, aunque también pueden sufrirlo personas que no lo padezcan.

Debemos hacernos a la idea de que todos los días pasan cosas terribles, pero de que no por ello tenemos que dejar de vivir. No podemos controlar todo lo que ocurre, e imaginarnos cosas que no han pasado no nos ayudará a ello, sino que simplemente creará en nosotros un sentimiento constante de miedo.

3. Procrastinar

Es el gran enemigo de la productividad en tiempos de smartphones. Es un hábito que casi todos tenemos y que acaba ocupando horas y horas de nuestro día, cuando deberíamos estar haciendo cosas productivas.

Cuando nos veamos a nosotros mismos haciendo scroll durante horas en redes sociales, debemos preguntarnos si realmente nos está aportando algo. Si la respuesta es no, debemos buscar otra cosa que hacer.

5. Descuidarnos a nosotros mismos

Muchas veces tendemos a poner en nuestra lista de prioridades mil cosas antes de a nosotros mismos. Debemos hacer cosas que nos hagan sentir bien individualmente, y ser honestos con nosotros y con los demás. Si no estamos bien, no tenemos por qué fingir que sí.

Tomar un tiempo para estar con nosotros mismos, conocernos y comprender cuáles son nuestras necesidades nos hará tener más éxito en otros aspectos de nuestra vida.

6. No saber establecer límites

Por mucho que queramos agradar a los demás y evitar conflictos, debemos saber poner límites, y no dejar que otros nos traten como no nos merecemos, o que se aprovechen de nosotros. Actuar según lo que nosotros queramos realmente, no según la opinión de los demás.

Del mismo modo, hay que aprender a saber decir que no. No pasa nada si defraudamos a alguien en un momento determinado, si lo estamos haciendo porque nuestra forma de actuar se alinea con nuestros valores.

El estar constantemente buscando la aprobación externa hará que no seamos capaces de valorarnos a nosotros mismos y acabemos siendo dependientes de los demás.

7. Buscar conflicto

El drama, el conflicto y las peleas son entretenidas si no tenemos nada que hacer. Pero por eso mismo no lograremos el éxito de esta forma, ya que ese tiempo podríamos estar empleándolo en algo productivo. El conflicto solo nos deja cansados y con un sentimiento de vacío. La solución pasa por evitar hablar de los demás o juzgarlos.

8. Infravalorarnos

No todo se nos da bien, pero eso no quiere decir que seamos inútiles. Torturarnos a nosotros mismos por las cosas que hacemos mal no sirve de nada. Debemos saber que la vida también consiste en equivocarse. De la misma forma, tampoco debemos dejar de darle importancia a lo que sí se nos da bien, ni practicar una humildad excesiva.

Aunque hayamos pasado por cosas malas o traumáticas en la vida, debemos tomar las riendas y escribir una nueva narrativa. Saber que somos capaces de todo.

9. Dejar de lado visiones demasiado idealistas

Es todo lo contrario a lo anterior. Está bien soñar, pero hasta un punto. Crear una visión demasiado idealizada de la vida puede llevarnos a nunca estar satisfechos con la vida real, porque no se corresponda con la utopía de nuestra cabeza.

El idealismo debe llevarnos a la acción, a hacer cosas. Pero si lo único que hace es frustrarnos por hacernos conscientes de las cosas que no tenemos, debemos dejarlo de lado.

FUENTE: Msn.com