El secuestro del futbolista ecuatoriano Pedro Pablo Perlaza, ocurrido este lunes 2 de diciembre en Esmeraldas, ha generado conmoción en el país. El deportista fue raptado en circunstancias que aún están siendo investigadas por la Policía Nacional, que ya ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso.
Según la denuncia de los familiares de Perlaza, quien jugó hasta septiembre pasado en el Delfín, el rapto se produjo la noche del lunes en la zona conocida como 5 de Junio, del cantón Tonsupa, en Esmeraldas.
"El caso ya está en manos de la unidad antisecuestros de la Policía, que recibió la llamada de la familia de Perlaza", quienes han indicado que "el jugador fue interceptado por un motorizado en las calles Malecón y Manuela Cañizares y subido por la fuerza a un vehículo", según una versión publicada por la revista 'Estadio' en su portal web.
Cerca de las 17h00 de este martes, la institución policial emitió un comunicado, mediante el cual se refirió a la "presunta desaparición involuntaria de los ciudadanos Pedro P. y Juan M. en Esmeraldas".
Se informó que, tras la presentación de la respectiva denuncia por parte de sus familiares, la Policía inició de manera inmediata las labores investigativas y operativas alrededor de este hecho.
El defensa derecho de 33 años ha jugado en clubes como Delfín, Liga de Quito, Independiente del Valle, Aucas y el Barcelona, entre otros equipos locales, y tuvo un paso efímero por la selección ecuatoriana en 2022.
'La Liza' Perlaza, como también es conocido el jugador, alcanzó títulos de la Liga Pro ecuatoriana con Delfín (2019), Liga de Quito (2021) y el Aucas (2022).
Este hecho se sumó a la oleada de secuestros, extorsiones y asesinatos que se denuncian a diario en Ecuador, que desde hace unos cuatro años sufre una arremetida de la violencia en calles y cárceles.
Desde inicios de 2024, el presidente Daniel Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de "conflicto armado interno", con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas.
También en este año ha emitido cerca de una decena de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles, controladas por estructuras criminales, para intentar poner freno a la violencia.
Si bien el Gobierno ha reportado una disminución del 17 por ciento en el número de homicidios a nivel nacional, respecto a la explosión de asesinatos que se registró en 2023, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos se siguen presentando a diario en el país.
Fuente: Vistazo
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