La sensación de que el mundo va a acabar pronto ha calado hondo en la sociedad, tanto que ha afectado a las relaciones de pareja. Descubre aquí en qué consiste esta tendencia.
La pandemia, que tan lejos parece para algunas personas, ha producido tendencias que, a día de hoy, todavía operan, como el apocalypsing. Este término surgió a raíz de un estilo de relación en pareja que acelera de forma vertiginosa el ritmo de compromiso.
¿En qué consiste? ¿Qué ha llevado a las personas a relacionarse de esta manera? ¿Es un peligro para la salud mental? Vamos a definir bien este término y a conocer mejor cómo opera y qué consecuencias tiene.
¿Qué es el apocalypsing?
En esencia, el apocalypsing se refiere a la práctica de tratar una relación de pareja como si fuera a ser la última de tu vida. Así, las personas que lo siguen —de manera consciente o inconsciente— visualizan compromisos fuertes, como contraer nupcias o tener descendencia, con alguien que acaban de conectar.
De este deseo de encontrar a la persona «definitiva» se derivan prácticas como iniciar una convivencia en pareja al poco tiempo de empezar a salir, planear una boda o cerrar la relación desde el principio. Las intensas emociones de la fase de enamoramiento se dan por duraderas y no se cuestiona la idealización propia del proceso de conocer a alguien.
¿Qué ha hecho surgir este estilo de relación?
Como dijimos antes, el apocalypsing se gestó durante la pandemia, período en el que muchas personas sufrieron por no poder relacionarse de manera presencial. Esto, sumado al ambiente catastrófico de la emergencia sanitaria, hizo que diversos individuos desarrollaran miedo a estar solteros en un mundo hostil e impredecible.
Durante ese tiempo, el uso de apps de citas se incrementó de manera notable. Muchas personas aprovecharon para conocerse a través de las redes, con la esperanza de que terminara el confinamiento para poder verse cara a cara.
Durante ese tiempo, las expectativas crecían al crear una idealización del otro y, al mismo tiempo, creándose un halo de permanencia.
Con el paso del tiempo, y una vez superada la emergencia sanitaria, el apocalypsing se ha consolidado como una forma de establecer vínculos. El miedo a la soledad queda presente, pues la idea de la imprevisibilidad no se ha abandonado del todo. Por tanto, muchas personas se aferran a relaciones de pareja como si fueran a ser las últimas que tienen antes de la hecatombe definitiva.
Voy muy rápido en mi relación, ¿estoy haciendo apocalypsing?
Al tratarse de un término acuñado en contextos populares y que aún no se ha estudiado a fondo en el ámbito de la investigación, se debe tomar con precaución. Avanzar rápido en una relación no tiene por qué ser algo insano, siempre y cuando ambas personas estén de acuerdo y construyan una relación sana. Cada pareja tiene su ritmo.
El apocalypsing se refiere, más bien, a un estilo basado en el miedo a la soledad y a un futuro peligroso. Es conveniente prestar atención a las siguientes señales:
Confusión entre soltería y soledad.
Terror ante la posibilidad de morir en soledad.
Concepción del amor como eterno y todopoderoso.
Tendencia a creer que cada nueva pareja es la persona ideal.
Alto nivel de impulsividad y tendencia a la dependencia emocional.
Miedo al futuro y a que la vida que se conoce cambie de forma radical de la noche a la mañana (o termine).
Los sentimientos de las primeras fases de las relaciones (pasión, enamoramiento e idealización) se toman como definitivos y se cree que no van a cambiar.
¿Qué peligros entraña esta forma de relacionarse?
Como ves, no se trata de conocer a alguien con quien se conecta en profundidad y avanzar con rapidez, sino de aferrarse a las relaciones de pareja como si fueran la panacea en un posible escenario apocalíptico. Aquí operan el miedo a la soledad, la dependencia emocional y las ideas irracionales.
Son varios los riesgos que supone el apocalypsing. El mayor de ellos es toparse con la decepción propia de abandonar la fase de enamoramiento, en una situación vital comprometida. Es decir, darse cuenta de que esa persona no es idónea cuando ya se convive con ella o, incluso, se ha tenido descendencia.
Además, vivir en la ilusión de que se ha encontrado a la persona perfecta es un reclamo perfecto para los abusadores de cualquier índole. Supone una puerta abierta para el bombardeo de amor y para acelerar la dependencia emocional en la víctima.
Esto nunca es culpa de quien sufre el abuso. Conviene tenerlo en cuenta para detectar a los agresores a tiempo.
¿Qué hacer en caso de estar cayendo en esta tendencia?
¿Crees que tu miedo al futuro fomenta tu dependencia emocional? Si es el caso, puedes beneficiarte de algunas prácticas para recuperar el control de tus decisiones:
Pasa más tiempo con amigos y familia: es importante no identificar la soledad con la ausencia de pareja. Tienes muchos seres queridos y su amor es tan válido y relevante como el de un amante.
Haz una lista de lo que necesitas en una pareja: al principio, los defectos de un potencial compañero sentimental quedan enmascarados. Es útil hacer una enumeración de requisitos y no dar el siguiente paso hasta que se cumplan.
Ponte límites: no formalizar la relación hasta que tengáis conflictos y los resolváis, o no plantear una boda hasta pasados unos años. Lo que tú consideres necesario para asegurarte de que vuestro amor es sólido y maduro.
Trabaja para superar tus miedos: es normal temer al futuro con un presente marcado por las pandemias, el cambio climático o el surgimiento de ideologías fascistas. Estos son, en ese sentido, tiempos para crecer como persona.
Identifica y trata tus miedos
La ayuda de un profesional de la psicología te será útil para identificar el miedo a la soledad y la dependencia emocional, que pueden conducir al apocalypsing o cualquier otra tendencia insana.
A día de hoy, y más que nunca, necesitamos gestionar el temor al futuro y proteger nuestra salud mental para establecer vínculos sanos con quienes nos rodean.
Fuente - La Mente es maravillosa
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