Perdió 22 kilos y después tomó una decisión inesperada. E inteligente
© Externa Demetra. (Instagram)
Perder peso no siempre es un camino fácil. Puedes tener grandes bajones y convertirse en un viaje duro y sinuoso. De hecho, encontrar un estilo de vida saludable que funcione puede ser algo bastante difícil.
Demetra Eftimiades (Demi) es un claro ejemplo de ello: ha tenido una serie de altibajos en su proceso de adelgazamiento hasta que ha conseguido el bienestar completo.
El viaje de Demi comenzó en diciembre de 2015 cuando pesaba 75 kilos. La joven aseguró a 'Popsugar' que después de una ruptura horrible se sentía deprimida y perdió el apetito. En poco más de tres meses acabó adelgazando unos 15 sin apenas esfuerzo. "La separación me afectó mucho. Estaba perdida y no sabía quién era ni en que punto me encontraba.
Me entregué tanto para complacer a mi expareja que me olvidé de mí misma en el proceso. Durante ese periodo comencé a salir del pozo y vivir nuevamente. Volví el doble de fuerte", explicó.
Los extremos nunca son buenos
Después de bajar esos primeros kilos, la joven comentó que continuó perdiendo peso porque su alimentación no era la correcta y hacía muchísimo ejercicio cardiovascular. Su estilo de vida se volvió muy estricto e insalubre, contando cada pequeña cantidad de calorías que consumía.
Tras el descontento con su imagen corporal hizo todo lo que tuvo a su alcance para recuperar su peso inicial.
"E n el verano de ese año, para empeorar aún más la situación, decidí competir en una exhibición de culturismo, un estilo de vida todavía más duro que el anterior. Hacía dieta seis días seguidos y luego me pegaba un atracón. Muchas veces llegaba el punto en que no podía moverme porque mi dolor de estómago era muy grande". confesó.
Fue entonces cuando experimentó su segunda transformación y obtuvo su peso más bajo (45 kilos) tras entrenar durante 18 semanas para su primera competición en bikini .
Una vez que terminó de entrenar, después de adelgazar tanto, Demi se sentía "demacrada". Sabía que lo que estaba haciendo no era sano y no estaba contenta de haber perdido tanta masa muscular: "No me gustaba estar tan débil cuando hacía mis actividades diarias, por lo que en 2017 comencé a hacer dietas inversas y a usar pesas para desarrollar músculos y tener fuerza, lo que me dio el salto a mi tercera y última transformación".
"Cuando vi que mi peso comenzaba a subir de nuevo en la báscula, no te voy a mentir: fue algo muy difícil de asimilar. Toda mi vida había trabajado para reducir el número en la báscula y ahora, de repente, tenía que sentirme bien con un número cada vez mayor ".
Demi sabía que engordar significaba que estaba ganando músculo, su objetivo final. Durante su última medición, vio que ese número había subido a 67 kilos. Ahora, ella mantiene su peso alrededor de 58, y está orgullosa de todo lo que ha conseguido y todo lo que puede levantar.
Ejercicio y alimentación intuitiva
Levantar pesas y trabajar con varios entrenadores durante los últimos dos años llevó a Demi a un cambio más saludable y equilibrado que implicaba comer de manera intuitiva y hacer ejercicios moderados. Dejó de contar calorías por completo y comenzó a comer cuando tenía hambre y hasta que se sentía satisfecha.
"Comer intuitivamente me ha salvado. Mi mente ya no tiene que estar preocupada continuamente por lo que tomo y lo que no. He aprendido que todavía puedo alcanzar mis metas y ser feliz sin tantas restricciones".
Un día típico en la alimentación de esta joven incluye el ayuno intermitente. Cuando se levanta solo toma un café con leche con un poco de stevia. Para comer, un plato abundante de verdura, arroz, proteína y fruta; a media tarde un té y una barra de proteína y para cenar, carne, pescado, verduras y algo de carbohidratos. Además, nunca se olvida del postre: yogur griego con fruta.
En cuanto a los entrenamientos, va al gimnasio tres o cuatro veces por semana y se centra en los ejercicios de fuerza y un poco de cardio.
A lo largo de este viaje, está contenta de haber encontrado finalmente un balance saludable entre el ejercicio y la alimentación: "He amado mi cuerpo durante todas las etapas de la vida a lo largo de los años y he aprendido a no preocuparme por un simple número".
"Aprende a apreciar tu propio cuerpo. No luches por parecerte a otra persona o tener su cuerpo, es una causa perdida, ¡porque tú, eres tú!. Asegúrate de decirte a ti mismo todos los días que estás bien tal y como eres.
Está bien tener objetivos, pero asegúrate de que los estás logrando de una manera saludable. Encuentra a un experto que te ofrezca ayuda y soporte: no tienes que ir por tu cuenta. Si tu lucha contra el peso pone en riesgo tu salud mental o física, habla con alguien.
FUENTE: msn.com